20 de octubre de 2020
Pilar 2: un sistema de contribución definida, de capitalización obligatorio y de gestión privada a través de un plan personal u ocupacional
Por María Camila Machado
El segundo pilar propuesto por el Banco Mundial se fundamenta en la obligatoriedad y se centra exclusivamente en el ahorro y no en la redistribución (propia del primer pilar), partiendo de que el ahorro, permite a los trabajadores asegurarse contra los riesgos políticos o de otro tipo, según cada país[1]. Este. Para su implementación efectiva requiere ciertas exigencias, entre ellas, es necesario que se tenga una regulación sólida y la capacidad de reaccionar ante la eventual alta demanda de instituciones que soporten este pilar, así, el Banco Mundial insiste de manera vehemente en evitar implementarlo de forma precipitada y sin las previsiones pertinentes[2].
Adicionalmente, se proponen dos formas (alternativas o mixtas) de conseguir el objetivo de ahorro obligatorio[3]. La primera son cuentas de ahorro personales con aporte definido, el Banco Mundial recomienda que sean administradas por entes privados, debido a sus incentivos para competir y ofrecer los mejores beneficios del mercado, la promoción del mercado financiero y la elusión de las manipulaciones políticas de los gobiernos, así como las estratégicas de los trabajadores[4]. La segunda son los planes ocupacionales a cargo de los empleadores, descontados por nómina y ofrecidos a trabajadores de ingresos medios y altos, este último no es aconsejado para los países en desarrollo[5].
Para su éxito, ambas posibilidades están condicionadas a una regulación estricta y minuciosa del Estado, entre otros aspectos, acerca de su funcionamiento, la protección en contra de riesgos irrazonables e injustos y el acceso a información completa sobre las opciones del mercado[6]. Esto motivado en que la regulación tiene el poder de corregir las fallas del mercado y las desventajas del ahorro obligatorio como la tentación de los gobiernos de administrar esos sistemas, que se asignen los recursos solo al sector público, que haya bajas tasas de rentabilidad y haya una mala asignación del capital[7].
Finalmente, esta propuesta del Banco Mundial estima que depende de las condiciones de cada país la transición a un sistema multipilar, en tanto que los pilares no se combinan de la misma forma, se valen del enfoque en un tiempo y lugar determinado[8].
[1] Banco Mundial. Envejecimiento sin crisis: Políticas para la protección
de los ancianos y la promoción del crecimiento. Informe del Banco Mundial sobre investigaciones relativas a políticas de desarrollo. Washington D.C. 1994. p. 283 [Consultado en septiembre de 2020] Disponible en http://documents1.worldbank.org/curated/pt/204101468190731858/pdf/135840PUB00SPANISH00Box074505B0PUBLIC0.pdf,
[2] Idem. p. 21, 22 y 24
[3] Idem. p. 285
[4] Idem. p.17 y 276
[5] Idem. p. 284 y 285
[6] Idem. p. 19, 283, 285 y 286
[7] Idem. p.283
[8] Idem. p. 27