Derecho

24 de junio de 2024

Ley de Okun y Mercado Laboral en Colombia

Por: Juan Camilo Villar Otálora

En 1962, Arthur Okun, mostró la existencia de una relación causal bidireccional negativa entre la tasa de desempleo y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para la economía de Estados Unidos. Puntualmente, la evidencia da cuenta de que el aumento de un punto porcentual en la tasa de desempleo se correlaciona con una caída de tres puntos porcentuales en la producción. El postulado, concebido como un hecho estilizado, se describe como una relación estática y lineal entre cambios en la tasa de desempleo y el PIB, o entre desviaciones de la tasa de desempleo respecto a su nivel natural y del PIB frente a su nivel potencial.

Adicionalmente, es pertinente mencionar que existen dos ideas económicas básicas de sobre la Ley de Okun. La primera es determinar cuál es el nivel en donde se emplea la totalidad de la capacidad productiva de la economía, lo cual implica conocer el nivel de producción que maximiza el uso del factor trabajo, y, la segunda, implica cuantificar el costo asociado al nivel de desempleo, determinándose así, un punto de equilibrio económico estable en el tiempo.

Dada su simplicidad, la comprensión de la Ley de Okun no demanda una serie de conocimientos especializados toda vez que gran parte de sus resultados dependen del grado de rigidez del mercado laboral. En ese sentido, los impactos de la relación son mucho mayores en economías con mercados laborales altamente desregularizados, y viceversa. Asimismo, y dada su conveniencia, el postulado se ha constituido como una herramienta predictiva bastante poderosa y altamente utilizada por las autoridades de política económica.

Actualmente, las aplicaciones empíricas de la Ley de Okun incluyen dos conceptos que se consideran esenciales para tales efectos. El primero, asociado al producto potencial, se define como aquel nivel de producción no observable que puede generar una economía sin causar presiones inflacionarias. El segundo, conocido como tasa de desempleo no aceleradora de la inflación (NAIRU, por sus siglas en inglés), equivale al nivel mínimo de desempleo que puede experimentar una economía antes de que la inflación comience a subir lentamente.

Para el caso colombiano, la regulación efectuada al mercado laboral se ha realizado mediante tres grandes modificaciones amparadas según lo estipulado en el Decreto 2351 de 1965; la Ley 50 de 1990 y la Ley 789 del 2002. Respecto a esta última norma, vale la pena mencionar que (i) se registró un efecto notable en la contratación de aprendices y en el subempleo por insuficiencia; (ii) los efectos sobre la generación de empleo y su formalización fueron menores a los esperados; y, (iii) las expectativas sobre el funcionamiento de los programas de apoyo al desempleado y de estímulo a la generación de empleo se cumplieron parcialmente.

En ese sentido, y partiendo de que el mercado laboral se constituye como uno de los canales por medio de los cuales la dinámica macroeconómica afecta el bienestar de la sociedad, la evidencia del cumplimiento de la Ley de Okun en Colombia ha mostrado que, en términos generales, una reducción del crecimiento del PIB en un 1,0% aumentaría la tasa de desempleo entre 0,2 y 0,6 puntos porcentuales. Estos resultados dan cuenta de que el mercado laboral es menos rígido como consecuencia de las transformaciones introducidas, especialmente, durante los últimos 20 años.

Teniendo en cuenta el escenario político y económico actual, es pertinente analizar de manera sistemática los impactos, directos e indirectos, de índole macroeconómica y microeconómica que los actuales proyectos de reformas que hacen su tránsito en el legislativo tendrían sobre el mercado laboral. Para el caso, se hace necesario realizar un juicioso ejercicio sobre la respuesta de la tasa de desempleo ante variaciones en el crecimiento del PIB discriminando por dominios geográficos, sectores económicos y tamaño empresarial en un escenario sin reformas frente a un escenario con reformas.

Asimismo, dado que la versión tradicional de la Ley de Okun puede observarse con diferentes indicadores del mercado laboral y considerando el alto nivel de informalidad en Colombia (56,3%), la literatura especializada sugiere que la respuesta de un choque negativo del PIB se puede evidenciar con mayor efecto en la informalidad y con un menor efecto en el desempleo. Aunado a lo anterior, el análisis de la relación debe efectuarse teniendo en cuenta las fases del ciclo económico; esto toda vez que en fases recesivas, la oferta de trabajo optará por aceptar menores condiciones laborales, generando un efecto positivo sobre la informalidad y negativo sobre el desempleo.

Finalmente, dada la simplicidad y utilidad de la Ley de Okun, tanto en su versión tradicional de corto plazo como en sus múltiples versiones modificadas de largo plazo, el postulado se puede considerar como una aproximación al nivel de desempleo de equilibrio. La cuantificación de este concepto cobra especial relevancia ya que permite explicar el alto costo que representa para la sociedad el desempleo; así como el análisis de las políticas monetarias y fiscales toda vez que su influencia en el crecimiento económico y en las dinámicas del mercado de trabajo son claves en el tiempo.