8 de septiembre de 2020
¿El sistema demográfico del sistema pensional requiere reajuste?
Por María Camila Machado.
La transición demográfica se entiende como los cambios que sufre la edad de una población, a partir de los cuales se identifican tendencias predecibles que repercutirán en todos los aspectos de una sociedad, especialmente en el sistema de seguridad social[1]. El primer factor que determina esta transición es la esperanza de vida, la cual actualmente se encuentra en 75 años, pero se proyecta para el 2100 en 87 años[2]. El crecimiento poblacional como segundo factor, muestra que para 1950 la gráfica era análoga a una pirámide, pero se estima que para final de siglo sea similar el número de personas en edad de trabajar con relación a los adultos mayores, aumentando la tasa de dependencia y asimilándose gráficamente a una botella y no una pirámide[3].
América Latina ha sido objeto de un envejecimiento poblacional acelerado como consecuencia del descenso de la tasa de natalidad, el crecimiento de la esperanza de vida y de la tasa de dependencia[4]. La rapidez de este fenómeno es considerada como una “amenaza para el equilibrio de nuestros sistemas socioeconómicos”[5], precisamente se pone en tela de juicio la viabilidad futura del régimen de seguridad social colombiano[6]. Ahora bien, el envejecimiento demográfico no es la única causa, pues converge la informalidad propia del mercado laboral en Colombia, que sobrepasa las proyecciones teóricas para la actualidad, ya que el país se encuentra en la situación prevista para el sistema pensional en el año 2060[7].
Es indudable que la transición demográfica, el mercado y la informalidad laboral incidirán notoriamente en el régimen pensional, incluso sin tener presentes los efectos de la inmigración venezolana y la pandemia derivada del covid-19. Por lo tanto, es esencial la adopción de políticas públicas que se adelanten a la realidad de la población, que garanticen la supervivencia del sistema pensional y soporten la demanda de una vasta población dependiente[8]. Sin embargo, no hay unanimidad sobre cuál es la solución adecuada: mientras unos proponen la eliminación del sistema pensional de reparto por su inviabilidad[9], otros consideran que el sistema de capitalización implica igualmente una elevada carga fiscal asumida/dirigida por las generaciones futuras[10].
[1] Berruga, Beatriz et al. (2010). El cambio demográfico, el reto del mundo desarrollado. Implicaciones, riesgos y recomendaciones. Forética. Rsearch, publicación de tendencias y actualidad RSE. p. 02,05 y 14.
[2] MONTENEGRO, Santiago, et al. La inviabilidad de los regímenes de pensiones de reparto en países que aún gozan del dividendo poblacional: el caso de Colombia. 2017. p. 08.
[3] MONTENEGRO, Santiago, et al. La inviabilidad de los regímenes de pensiones de reparto en países que aún gozan del dividendo poblacional: el caso de Colombia. 2017. p. 09.
[4] SAAD, Paulo, et al. Juventud y bono demográfico en iberoamérica. 2012. CEPAL. p. 24
[5] Berruga, Beatriz et al. El cambio demográfico, el reto del mundo desarrollado. Implicaciones, riesgos y recomendaciones. 2010. p. 02.
[6] MONTENEGRO, Santiago, et al. La inviabilidad de los regímenes de pensiones de reparto en países que aún gozan del dividendo poblacional: el caso de Colombia. 2017. p. 10.
[7] MONTENEGRO, Santiago, et al. La inviabilidad de los regímenes de pensiones de reparto en países que aún gozan del dividendo poblacional: el caso de Colombia. 2017. p. 26 y 27.
[8] GUTIÉRREZ FORERO, Daniel y CASTRO ESCOBAR, Edisson. Estado del bono demográfico y efectos en el desarrollo económico y social en colombia. 2015. p. 87 y 88.
[9] MONTENEGRO, Santiago, et al. La inviabilidad de los regímenes de pensiones de reparto en países que aún gozan del dividendo poblacional: el caso de Colombia. 2017. p. 26.
[10] BRAVO, Jorge. Costos fiscales de transición y factores demográficos del cambio de sistemas de pensión de reparto a capitalización. CELADE. 1998. p. 10